El accitano José Amezcua ha
conquistando con sus obras a quienes
estos días pasan por la sala de KartON
en Huércal-Overa. El galgo español es el protagonista, en esta ocasión son
veinticuatro obras, pinturas y esculturas, de diferentes formatos y factura,
oleos, acrílicos, acuarelas, nogalinas y
bronces patinados las que componen esta exposición que de manera unánime
esta seduciendo a sus visitantes.
José Amezcua, Guadix (1964), inicia su formación en la Escuela de
Arte, posteriormente se licencio con la especialidad de pintura en la Facultad
de Bellas Artes “Alonso Cano” de Granada y desde 1994 es profesor en Artes
Plásticas y Diseño, compaginando su actividad docente con la artística. Para el
“es muy importante que cuando mires el lienzo te sientas identificado con lo
que estás haciendo, que cuando pase el tiempo te des cuenta que no ha sido el
síntoma de una moda”
En su dilatada trayectoria, como
pintor y escultor, en 1981 fue su primera exposición individual y desde
entonces su presencia en espacios expositivos y ferias ha sido constante, paralelamente a sus trabajos de inspiración
social, Amezcua ha mostrado desde el inicio de su producción pictórica interés
en la representación de la figura animal, en la significación del mito y en su
importancia como referente iconográfico y simbólico que permite las mas
variadas correspondencias con los estados de ánimo y las conductas del ser
humano. Jirafas, perros, centauros… y desde hace casi diez años GALGOS. Una noche, entre la niebla, en caño de
San Antón o en el campo acompañando a una familia gitana,
los galgos se presentaron ante el, fue una revelación del destino, y su estampa
le genero tal impacto que se vio abocado a investigar detalladamente la figura
del animal, y a proyectar en ella sus sueños, temores y consideraciones de
orden moral.
"Anatomía cincelada" es el título de esta nueva
exposición de José Amezcua producida por KartON galería de arte y comisariada
por su director Ginés J. Fernández, en
ella se muestra un recorrido por la producción de los últimos casi diez años en
la que la presencia de la figura del galgo se revela natural y obsesiva, descifrando expresiones,
revelándonos una conciencia que responde a las exigencias de su pensamiento.
Las obras expuestas pertenecen a diferentes serie que van desde “Postguerra” o “El resto de la noche”
formatos de 130 x110 realizados con acrílico sobre lienzo donde los fondos juegan un papel fundamental
constituyendo por si solos una obra abstracta sobre los que aparece insinuante
en algún lugar la figurativa figura del galgo, pasando por dinámicas acuarelas
“menos por menos mas” , insinuantes nogalinas como “el rosco” , “la buena
sombra” o impresionantes bronces
patinados como “El circulo de la vida” o “Quietud”, hasta la mas reciente
“Recordando a Bacón” en la que se aprecia la evolución del trabajo de estos
años, permitiéndose ciertas licencias técnicas y de dibujo que claramente abren
la puerta a una nueva línea de trabajo con la que seguro próximamente volverá a
sorprendernos este gran pintor y escultor.